Este es justo el momento en el que muchas empresas deben empezar a preparar sus oficinas y lugares de trabajo para el regreso a “la nueva normalidad”. Sin duda, la llegada del COVID-19 está creando nuevas formas de estar en los espacios y de interactuar con los demás.
Durante estos tiempos inéditos y confusos, son esenciales la creatividad y la adaptación, para generar espacios y puestos de trabajo donde todos estemos protegidos del contagio y, por ende, tranquilos y productivos.
Las empresas están listas para recuperar sus dinámicas de trabajo y seguir adelante. ¡Vamos para adelante!
En nomilinea te compartimos algunos consejos...
- Análisis de funciones y espacios
El primer paso consiste en identificar las actividades esenciales para la supervivencia del negocio, el personal de mayor riesgo (atención directa o visitas a clientes, por ejemplo), las funciones que pueden llevarse a cabo desde casa y los espacios donde existe mayor densidad de personas.
- Implementación de filtros de supervisión al ingreso
Algunas empresas en el mundo están tomando la temperatura y signos vitales de los trabajadores, clientes y proveedores en la puerta de entrada, a fin de identificar enfermedades respiratorias y remitirlos a su casa. Pero en general este filtro debe garantizar que el personal entre con el cubre bocas y limpie las suelas de los zapatos.
- Reorganización de lugares
Mantener los puestos de trabajo a una distancia mínima de 2 metros. En muchos casos se puede optar por crear espacios semi privados mediante diversos tipos de separadores
- Reducir la densidad y el aforo a los salones y zonas comunes, por ejemplo, mediante turnos de entrada y salida
- Señalización de flujo y zonas de cruce para garantizar una circulación segura
- Utilizar elementos de separación –paneles, módulos, cortinas corredizas, mamparas, etc.- fijos y móviles que sean elaborados con materiales resistentes y de fácil limpieza
- Para las salas de reunión, se recomienda mobiliario flexible y con ruedas para su redistribución en el área. También la disminución de número de sillas en los espacios comunes
- Reducir el aforo a 4 personas por cada 10 metros cuadrados Situar puntos de higiene estratégicos
- Procurar mayor ventilación
- Algunas empresas en el mundo incluso están empezando a utilizar cámaras de control de temperatura corporal y sensores que ayuden a evitar tocar zonas de uso común como elevadores y baños.
- Flexibilizar
En caso de ser posible, en función del tipo de trabajo, bien vale la pena mantener una buena parte del personal haciendo teletrabajo desde casa. Después de la improvisación que existió cuando recién inició la pandemia, en el reingreso al trabajo es posible crear condiciones más adecuadas de trabajo a distancia, por ejemplo, los trabajadores podrían llevarse la silla ergonómica a casa o es posible instalar nuevas soluciones que faciliten y mejoren el rendimiento de las personas.
Se puede tener en cuenta, en otros casos, la creación de turnos de trabajo y el escalonamiento de jornadas laborales para minimizar el contacto directo.
Reducir tiempos de las juntas presenciales para hacerlas más concretas y eficientes
Del mismo modo, pueden integrarse a la dinámica de trabajo más videoconferencias y reuniones virtuales.
- Protocolos de higiene
Mayor cuidado en la limpieza permanente de los centros de trabajo, sobre todo en los comedores y baños
Proveer utensilios sanitarios desechables y de protección personal a los trabajadores
Brindar orientación y capacitación preventiva. Recordar permanentemente, y mediante diversas estrategias de comunicación, la necesidad de “la sana distancia” entre las personas, el lavado de manos frecuente, cubrirse nariz y boca al toser y estornudar, no tocarse la cara y los ojos con las manos sucias, y limpiar y desinfectar todas las superficies de uso continuo.
En nomilinea estamos al día con todo lo concerniente al COVID-19 y el regreso a “la nueva normalidad”.
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